martes, 8 de junio de 2010

“Son cosas chiquitas.
No acaban con la pobreza
no nos sacan del subdesarrollo,
no socializan los medios de producción
y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá.

Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,
y la traduzcan en actos.

Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad
y cambiarla aunque sea un poquito,
Es la única manera de probar
que la realidad es transformable.”

E. GALEANO

domingo, 28 de febrero de 2010

jueves, 18 de febrero de 2010

AQUI ESTAMOS EN EL INTENTO

Aquí estamos en el intento, somos los inconformes, los que todavía, en algunas cuestiones, seguimos resistiendo a la resignación de pensar que la realidad es aquello sobre la cual nada puede hacerse; aquí estamos, este nosotr@s que sigue apostando por una sociedad diferente. Intentando resistir al presente, presionar el horizonte de lo posible y cuestionar el límite de lo decible. Pensar “La Escuelita” implica no solo hacerlo a favor de un proyecto que actúa con una lógica diferente a la que se nos vende como única opción, pensar “La Escuelita” implica hacerlo contra el estado actual de las cosas.
Y así mas sin quererlo que queriendo, llegamos a estos 15 años, sin que esto signifique nada o mejor dicho casi nada, tal vez solo puro empecinamiento, terquedad que le llaman, ese orgullo que nos dice que no van a poder con este nosotros que se sigue equivocando y apostando.
Este nosotr@s que es tan difícil de explicar, de definir; y así como tan difícil de definir, fue y es conformarlo. Aunque no nos guste, aunque no queramos no se puede renegar de nuestras diferencias. No somos los mismos, no nos paramos desde el mismo lugar, no tenemos la misma historia, nuestra vida es otra. Somos otr@s, con nuestras identidades múltiples, diversas y fluidas. Y es así como desde nuestras múltiples maneras logramos encontrar puntos y espacios comunes de trabajo. No pensar nuestras identidades como algo que pueda llegar a dividirnos, pensar nuestros puntos comunes implica tomar a la identidad como un punto de partida, y no de llegada, es el momento en el que comienza el trabajar juntos y a la par; ya no con un otr@, sino entre nosotr@s.
A veces nos gusta imaginarnos como una grieta, tal vez un simple descascarado en el decorado, pero suficiente para romper con la armonía aparente, que tiene pretensión de perturbar, de convocar a pensar con una lógica diferente, no naturalizante. Porque naturalizar la realidad implica no dejar ningún espacio o posibilidad para la resistencia. Aquello que se considere natural posee una carga de determinismo que sutura toda práctica de resistencia.
En estos años el proyecto nos permitió conocer las grandezas y miserias de tod@s nosotr@s, nos premió con las sonrisas de los chicos y las chicas, con sus crecimientos y nos demolió con la muerte absurda. En estos años disfrutamos de las miradas llenas de vida y futuro de los pibes y pibas, y sufrimos la impotencia de acompañar sufrimientos. Aprendimos a laburar no para otr@s, sino con un nosotr@s; a superar el “vengo a ayudar” por un “venimos a trabajar”. Aprendimos a fortalecernos sin perder la ternura, esa ternura que para algun@s es cursi, y para otr@s tan peligrosa.
Y así es, llegando a estos 15 años es mucho lo que aprendimos a no hacer, es muchísimo lo que intensificamos los haceres y estamos apostando por reflexionar profundamente sobre nuestro qué-hacer.
En 15 años nos abandonaron las certezas, quizá eso sea lo interesante, lo que tanto nos motiva. El saber que nada esta dicho, que nadie tiene la formula de cómo actuar en el trabajo social. Solo una certeza nos empecinamos en sostener, el próximo sábado 10 de la mañana, nos vemos en la 48.