jueves, 10 de marzo de 2011

Fronteras

Quizás para comenzar a hablar de fronteras, limites, obstáculos, seria apropiado empezar a con la definición de alguno de estos términos, pero visto y considerando lo que vivimos cada día y cada sábado, no hay un libro que nos diga que hacer y que no, y de que manera actuar.
A lo largo de los años, el proyecto atravesó diferentes facetas, transformaciones que fueron necesarias para llegar a lo que es hoy en día, y seguramente sigan trasformándose con el correr de los años venideros, porque sino nos estancaríamos, y quizás caigamos en un proceso monótono.
La Escuelita nació en el seno del centro de estudiantes del colegio Pallotti, en el medio de la década menemista, con el propósito de “ir a ayudar”. Y quiero hacer dos paréntesis con respecto a los dos temas que acabo de tocar: el primero, con respecto al contexto socio-político-económico que el país estaba atravesando en ese momento, que en otra ocasión vale la pena sentarse a analizar; y el segundo, es el propósito con el que se iba los sábados al barrio, el cual por suerte fue cambiando sustancialmente con el correr de los años, y voy a hacer notorio a lo largo de la narración. Volviendo un poco al nacimiento del proyecto, y sin saber con exactitud el año en que ocurrió, La Escuelita supero su primera “frontera” que fue el hecho de distanciarse o abrirse exclusivamente del centro de estudiantes, para convertirse en un proyecto a nivel escuela, lo que implica un cierto crecimiento importantísimo. Con el correr de los años, el proyecto continuo expandiéndose y rompió las barreras del colegio, consolidándose como un proyecto que tomo la suficiente fuerza como para sustentarse por si mismo y convertirse en un problemita un poco mas serio.
No puedo dejar de resaltar en el medio de todos estos cambios, algo que para mi son duda fue otra gran transformación que ayudo a que el proyecto se convirtiera en lo que es hoy; el hecho de que durante los primeros 10, 12 años, un reducido grupo de los que eran los mas grandes se reunían para darle dirección y sentido, mientras quienes formábamos parte de los mas chicos, los que todavía íbamos al colegio, hacíamos las cosas en base a lo que se hablaba y se concretaba en las reuniones operativas de los mas grandes. Hace 5 años, más o menos, las reuniones operativas son conformadas por quienes forman parte del proyecto. Hoy el proyecto entero se reúne para hablar y debatir lo que se va a hacer, y creo que a partir de este punto es que La Escuelita pudo llegar a ser lo que es hoy, y a seguir superando fronteras.
Hoy en día, el proyecto rompió con la barreras que lo encerraban dentro de las paredes de la escuela 48 y se transformo en una cuestión a nivel barrial. Hoy en día somos un problemon, un problemon que llego a ser alimentado de los sueños, de las sonrisas, de las desgracias, las tragedias, de los vasos de leche con chocolate, de los talleres, de uno mismo y de los pibes y pibas.
Ya superamos unas cuantas fronteras, pero seguimos siendo tan solo muy poco, pero nadie me puede negar que estamos en buen camino, y vamos a seguir superando fronteras, porque a los sueños no le gana nadie.
Agustin Dobaran

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